martes, 2 de enero de 2018

San Silvestres, fin de año.

    Desde el Cross de la Constitución he podido entrenar de forma aceptable. No ha habido molestias ni parones. He corrido lento, he hecho series, cuestas... he disfrutado. Ahora toca recoger los frutos.
    El sábado 30 nos fuimos a Puerto Lápice. Ali, Ignacio, Krystian, Alfonso, Uti de palmero y un servidor.

    Aunque tengo buenos resultados en esta carrera, de tan solo 2 kilómetros, esta vez toca salir a pasarlo bien, o sea, a correr mucho, pero sin darlo todo. ¿Por qué? pues básicamente porque el podio ya se vehía venir, en cuanto localizamos a Higinio, Miguel Vera y Tony Layos; y para colmo, Ignacio y Krystian son mejores que yo en esta distancia (y en cualquier otra jaja). También está mi amigo Luis Ortiz, que es más rápido, además de algún que otro "galgo" que, aparentemente iba a dar guerra.
    Pues lo dicho, a pasarlo bien, y la mejor manera es con buen humor. Sin dejar ni un minuto de bromear con Alfonso, le digo que hoy tengo que sacarme la espinita que me dejó clavada en la última carrera, en la que llegó por delante de mi. Tras un buen calentamiento, nos colocamos unos 30 y tantos corredores en la salida. Higinio y Krystian salen como alma que lleva el diablo, sacando una clara ventaja al resto antes del primer giro. Detrás, los que he mencionado antes. Alfonso va delante de mi, pero a los pocos metros se gira para localizarme y me deja colocarme a su lado. Ha planteado bien la carrera, me va a acompañar, sabiendo que yo soy cauto en la salida, así no desgastaremos fuerzas innecesariamente, ya que a otro día corremos en Villacañas...
    Yo voy relativamente cómodo, cazando a varios de los que salieron disparados al inicio. El primer mil lo marca el reloj en 3'36" y de sensaciones y fuerzas me veo bien. Como dije antes, ya que no voy a jugarme un puesto en el podio, voy a regular hasta la última recta. En el penúltimo giro alcanzamos a un corredor. No parece que vaya tan bien como nosotros, pero yo decido dar un hachazo para quitárnoslo del medio rápido. Alfonso me sigue y me alcanza en contrameta. Me hace un cambio al que respondo bien y antes del último giro suelta un grito (que yo interpreto como "fin de mis fuerzas"). Como voy bien, decido darlo absolutamente todo en los últimos metros, que serán unos 200 metros aproximadamente, y voy dando las mayores zancadas que mis piernas pueden permitirme ... tanto que a falta de unos 5 metros adelanto a otro corredor que ni había visto antes, llegando justo detrás de Ignacio en octavo lugar. Marco mi mejor tiempo en esta carrera, 6'54". Después salgo en busca de Ali, que consigue entrar en tercera posición femenina, con un ritmo superior al habitual.


    Las tortas con chocolate nos volvieron a cargar las pilas a tope para la última prueba del año.
    Como es tradicional, la mayoría de los laguneros nos fuimos a Villacañas. Unos a pasar un rato de risas y otros a "batirnos el cobre". Me marco como objetivo tratar de llegar delante de Alfonso. Está en muy buena forma y ha demostrado que en esta distancia (algo menos de 6 kms) me puede ganar perfectamente. Trato de hacer un buen calentamiento, evaluando mis piernas, por si el calentón de Puerto Lápice ha dejado mella. De momento responden perfectamente, aunque aquí hay otros factores que son los que van a determinar el resultado final...
    Nada más comenzar, procuro ir rápido los primeros 100 metros aproximadamente. La razón es que la calle se estrecha bastante y no quiero tener que ir zigzageando después para adelantar  a los "gaseosa". Empezamos subiendo la Calle Mayor y el grueso de la carrera va bien estirado por la posición que ocupo. Pronto me dan alcance Javi Rivera y Jaime Aranda. Bromeo con ellos y les digo que avancen, que ya me ocuparé de adelantarles en la segunda vuelta. Son tipos altos, así que me pego a sus espaldas, ya que justo donde coinciden la Calle Mayor con San Roque, pega de frente un frío viento que te hiela hasta el pensamiento. Ya me había preocupado de comprobarlo en el calentamiento, cuando vi la dirección que traía el aire esta tarde. En la pequeña subida de la Calle San Blas localizo a mis compañeros Alfonso, Ignacio y Krystian. Me aventajan unos 20 metros.
    Nada más comenzar a bajar acelero con fuerza para tratar de acercarme lo máximo posible. Recorto unos metros y vuelvo a mantener el ritmo. Pero esta gente está bien fresca y poco a poco vuelven a distanciarse de mí en la Calle Concepción. Doy por sentado que en la bajada de la Avenida Madridejos volveré a recortar metros, pero de la misma manera que yo soy capaz de bajar, según el Garmin, por debajo de 3'40", ellos igual. Vamos, que los 25-30 metros que me sacan no hay quien los recorte!!
    Nada más volver a tomar la calle principal, alcanzo a Maxi "Tachuela". Se pega a mi en la subida y ahora si que me veo desprotegido del frío viento del norte. Me toca apechugar, cerrar los puños y apretar los dientes. Enseguida me quedo congelado y bajo considerablemente el ritmo. Las piernas y los pulmones van bien, pero ahora las fuerzas me han dado el primer aviso.
    Nueva referencia en San Blas con mis compañeros de club: igual que antes, no me hago con ellos. Vuelvo a bajar con ganas y esta vez también trato de acelerar un poco en la Calle Concepción, pero no recorto nada. Para colmo, escucho decir a alguien entre el público "que mala cara llevan ya algunos", justo cuando paso yo ... mierd..!!! Y es que llevan razón, aunque el ritmo es bastante alegre, la cara debe ser un poema.
    Nueva bajada por la Avenida Madridejos. Hay que darlo todo. Acelero progresivamente, 3'45" a la altura del Porrón, 3'35" por el Mercadona, aguantando hasta la rotonda del Sembrador y ... mi amigo David (el fisio) que se pone a tiro ...
    Como no daba alcance a Alfonso, ya había decidido olvidarme de él, pero si tengo tan cerca a David, no voy a desaprovechar la oportunidad. Conozco bien el pueblo, conozco bien la carrera y me conozco a mí. Los escasos 500 metros que faltan para acabar van a ser "a muerte".
    Adelanto a David a la altura de los chinos, a otros dos corredores que llevaba todo el rato delante, también. Giro hacia la Calle Mayor, miro el Garmin, 3'15", venga Eladio, tú puedes más!!! Alfonso está justo delante, el público aplaude con fuerza, acelero más todavía y en el cruce con la Calle Iglesia adelanto, corriendo con todas mis fuerzas, a mi compañero. Ya no bajo el ritmo los pocos metros que quedan, no sea que le de por contraatacar, y paro el crono justo detrás de Ignacio y Krystian, logrando mi mejor marca en esta prueba 21'07". El chasco me lo llevo después, cuando veo que, a pesar de haber llegado el 18º de la general, soy 4º en mi categoría ... oohh, que pena...
   
    Cuando vamos a buscar abrigo localizo a Ali, a punto de terminar. Lleva muy buena cara y, aunque no ha optado a podio aquí, se la ve contenta. Felicidades tesoro!!
El domingo corremos en Quero, nos vemos allí.



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