martes, 29 de agosto de 2017

XXI Carrera Popular Las Lagunas de Villafranca, 27-08-2017

    Primer M.I.L.*
    Los nervios se hicieron con su lugar en el estómago después de Criptana. Hasta que no cruzase la meta en Villafranca, ahí estarían dando por saco. Ya soy veterano en carreras, pero cuando es en casa, esta sensación se apodera de uno como si fuese novato.
    La semana de tapering tampoco fue como yo hubiese deseado. Diversas ocupaciones me restaron tiempo de los entrenamientos; aunque, a carro pasado, puede que me viniese hasta bien.
    El sábado por la mañana acusaba cierto cansancio desde que me tocó transportar los plátanos del avituallamiento post carrera. Comentaba con Ignacio que las cajas se hacían pesadas para llevarlas desde el coche hasta su lugar en el pabellón, y aunque fueron pocas, me dejaron flojísimo. Poco después nos iríamos a cargar el camión con los regalos del sorteo, agua, y demás logística. A última hora de la mañana, etiquetar y llevarnos las casi 600 longanizas de Inzaji's, con mi hermano y el amigo Casero.
    La tarde no fue más tranquila. Me he abonado a la brocha y junto con Juanan, Krystian y Ali, pintamos el recorrido y algunas palabras de ánimo.

    Dos tilas para dormir no fueron suficientes. Con más sueño que una cesta de gatillos, acudo al café con los compañeros laguneros al bar de mis cuñados Use y Ali. Tampoco me hace el efecto que deseaba y todavía sin ganas de nada, empezamos a colocarlo todo en su sitio, vallas, mesas, sillas, arcos, cinta, carteles... falta más de una hora para nuestra carrera y no puedo con mi alma.
    Los andarines ya casi están dispuestos para salir, también comienzan a llegar los primeros corredores para recoger su dorsal, toca espabilar de una vez. Son muchos los amigos y conocidos que se me acercan para saludar y nada más dar la salida de andarines, me escabullo para vestirme de guerrero.
    Entre saludos e indicaciones a los que piden ayuda, me dan las diez menos cuarto...y sin calentar. Aprovecho el último abrazo a mi amigo José, con el que corrí la Media de Madrid, y me lo llevo conmigo a calentar, así podremos ponernos al día y contar nuestras inquietudes para hoy. Él irá en grupo, rodaje controlado que entra en la preparación de su primer maratón. Le doy algún consejo de este modesto maratoniano y rápidamente a posar para la foto del club.
    Julián, nuestro alcalde, da la salida puntual. Voy bien colocado, en puestos muy delanteros. Procuro llevar el ritmo del grupo, aunque sé de sobra que es demasiado rápido (los primeros metros son criminales), ya habrá tiempo de abrirse en el primer giro y poner la marcha adecuada.
    Por fortuna, me he puesto al lado de Uti. Quiere ir a 4' aproximadamente y eso me viene genial para los dos primeros kilómetros. Mi objetivo es claro, quiero ser el primer M.I.L.* (luego traduzco), y para ello hay que llevar una estrategia de carrera muy definida. Tengo dos rivales directos muy duros, Javi (el Rapi) y Matías. No veo a ninguno de ellos hasta que salimos al camino de las lagunas.
    El primer kilómetro lo hemos pasado más o menos en el ritmo previsto, justo por detrás de JuanJe y Jesús Maroto. Nada más tomar dirección a las lagunas nos adelanta Andrés Camuñas, otro duro competidor. No puedo evitar acelerar y preguntarle el año de nacimiento (1974), para volver a refrenarme más tranquilo ahora, al saber que está en otra categoría.
    Segundo kilómetro con Uti (pero cómo me gusta su compañía!!) en 8 minutos exactos. Ahora diviso unos 50 metros por delante al que parece ser Matías. Comienza la subida a San Isidro y la locomotora Alfonso nos adelanta sin piedad alguna. Por un lado me disgusta que mis compañeros vayan por delante, pero por otro, me alegro un montón de verlos tan fuertes. En el caso de Alfonso... a ver cuánto dura ahí delante...jejeje.
    Bajamos y llegamos al avituallamiento. En el último segundo decido no coger agua, mala idea. Menos mal que se me acerca Jesús M. y me ofrece su botella. Agradecido, le doy un sorbo y se la devuelvo. Pasamos el tres en 12'08", todo correcto. Uti me confirma que "el que va de negro" por delante es Matías. Le hemos comido unos metros y ahora, en el asfalto, nos acercamos más deprisa todavía. Contesto que voy a guardarle la distancia unos minutos, y justo en ese momento, no sé si Uti cambió de ritmo, o yo perdí el mío, el caso es que empiezo a quedarme detrás y no me veo con fuerzas para seguirle. Enseguida gira la cabeza y me hace señas, pero no me van las piernas como deberían. Tengo un jodido momento de debilidad, las dudas comienzan a venir a mi cabeza, quizás todo el cansancio acumulado esté ahora pidiendo a gritos que me pare. El trayecto que va desde el km 3 hasta la entrada a la arena se me hace eterno.
    Nada más pasar al recinto lagunar comienzo a buscar entre los corredores que llevo detrás a mi otro rival fuerte. No pierdo demasiado tiempo, ya que lo llevo pegado a mis talones. Mientras busco la parte más firme y con menos pendiente para correr, me veo ligeramente desplazado y doy un traspiés, hundiendo el pie derecho en la arena más blanda. Otro esfuerzo extra para no perder el equilibrio y caer al suelo.
    A pesar de la tormenta que he empezado a soportar, con tantos factores en contra, mi parte testaruda se impone, no soy de los que tiran la toalla facilmente. Cuando se ensancha el circuito doy alcance a Matías. Enseguida le pregunto (tratando de hacerle parecer que voy fresco) qué tal va, y me contesta con voz entrecortada ¡jodido!, claro "así vamos todos" le replico PAUSA, FOTÓGRAFO:
    Por dónde iba?? ah, si, vamos mal, pero yo voy a cambiar de ritmo (puñalada psicológica que hunde al rival). Me cuesta horrores, pero acelero. Veo muy cerca a Alfonso (no, si ya decía yo), lo adelanto y le digo "chin pun", me contesta lo mismo jajaja fue un momento muy divertido.
    Salimos al asfalto y pongo la directa. Tengo que ir fuerte hasta el kilómetro 6 si quiero adquirir una ventaja preciosa. Pero poco después de pasar por Las Banderas me vuelve a dar otro bajón. Menos mal que ahora también he alcanzado a JuanJe, que, al verme, se ha frenado, ha esperado que me ponga detrás y ha vuelto a acelerar. Llego al 6 en 24'38". Mi compañero coge agua, me pasa la botella, bebo, se la devuelvo, bebe y me echa el resto por la cabeza, tira de mí hasta San Isidro y se vuelve a frenar para dejarme bajar solo por delante. Desde luego, hoy tengo una suerte con mis compañeros que no me la merezco. He pasado de ir hundido en la miseria a llevar la moral a tope gracias a ellos.
    El regreso a Villafranca lo planteo así: motívate cazando a los que van por delante y controla a los que te siguen. Andrés Camuñas, lo adelanto. Giro la cabeza y veo un grupo de laguneros buscando guerra, acelero. Otros dos corredores en el km 7, los adelanto, 28'40". Uti por delante, David el fisio con él, a ver si los pillo.
    Giramos en la calle el Pez, Uti ha desaparecido como por arte de magia (bueno, en realidad yo sé que le gusta hacer un último mil muy fuerte y el resultado se ha notado). Llego al 8 en 32'42". Miro de nuevo hacia atrás, los laguneros siguen ahí. Comienzo el último kilómetro ya desfondado y rogando para que no se me aparezca ninguno de ellos y tenga que esprintar al final. Mi vecino León aplaude y me manda ánimos. En el cruce con mi calle están las vecinas, les grito y me aplauden (estas cositas cargan las pilas). Tuerzo hacia San Marcos, voy mirando todo el rato atrás, igualito que Fermín Cacho (pero mucho más lento, claro). David el fisio ha dejado de ser objetivo, no tengo fuerzas para pillarlo.

 
 Encaro hacia meta y la gente que me conoce comienza a gritar mi nombre. Doy un último acelerón (hay que mantener el tipo, queda poco) y acabo en 36'27" reales (36'30" oficiales).

 
    Objetivo cumplido, primer M.I.L.*
 
    *M.I.L. madurito interesante local, queda mejor que veterano B, gracias Ascen, cuñada, por darme la idea ;-)

     Sin un segundo que perder, me cambio de ropa y voy a ocupar mi lugar en meta. Cuando ya casi han entrado todos, salgo en busca de Ali, y la localizo perfectamente escoltada por nuestro compi David y Tony Layos, gracias amigos!!
    También Roberto se ha animado a correr, en benjamines, por supuesto. Aunque su frase al terminar la carrera me dejó con alguna duda: "¡NO VUELVO A CORRER MÁS!"
    El resto de la mañana fue espectacular. La entrega de trofeos, el sorteo, el obsequio a las afectadas por cáncer de mama, la comida con la maravillosa familia lagunera...


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