lunes, 23 de junio de 2008

Reducción obligatoria


Ahora las horas de entrenamiento se reducen un montón. A no ser que quiera uno pasar calorcito del bueno, como es mi caso. Ayer, sin ir más lejos, a eso de las siete y media de la tarde (no pude retrasar más la hora de salida) me lancé a la aventura. Cremas, gorra, bidoncito de agua (lleno) y a tostarse al sol.
Evidentemente, después de toda la semana sin correr y con estas calores, el ritmo tiene que ser por fuerza lento, no hay que jugársela, asi que con mucha calma salgo para mis lagunas del alma.
Hace viento, ni siquiera sudo. Comienzo a beber desde el primer km. Vamos bien. La rodilla duele algo, pero me aguanto y sigo 'pa'lante'. A los 20 minutos apenas tengo molestias, asi que disfruto de la carrera. Lo malo viene 5 minutos después. Al pegar un trago de mi bidoncito noto un sabor raro ... como a jabón. Vierto un poco al suelo y veo espuma ... la historia de mi vida; si no se enjuaga bien pasan estas cosas. No hay problema, para 15 minutos que me quedan no voy a sofocarme.
Cuando voy a enfilar el camino de vuelta me encuentro a Juani y hacemos el resto del entrenamiento charlando juntos.
En la foto, el chico guapo de siempre ;)

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